10/6/16

JAVIER DUARTE: CUANDO EL MIEDO SE METE EN EL CALZON...




De la reconciliación al colapso.

El video del cinismo.  

“Ni peleas callejeras ni venganzas 

políticas”.

Yunes responde: lo voy a encarcelar 


Pregonaba el martes 7 que Veracruz requiere de la nobleza de los veracruzanos, de lo mejor de todos, sumido el gordobés en su desgracia, hundido políticamente, culpable de la derrota del PRI en la elección de gobernador y Congreso.
“Ahora es tiempo de la reconciliación y de la unidad —decía con rostro de muerto en vida, rodeado de la pandilla real—. Quiero convocar a todas las veracruzanas y veracruzanos, independientemente de su filiación política, a mantener la unidad y el trabajo en los meses por venir”.
Es el llamado del cínico. Habla Javier Duarte como si emanara gobierno ejemplar, sin un atropello, sin agraviar al débil, sin violar la ley, sin un despojo, sin desviar miles de millones, engañando al gobierno federal, sin atropellar los derechos de los que nada tienen.
Supone el Gordobés que así puede conmover, con palabras huecas, incitar al perdón, atenuar sus culpas y borrar el chip de quienes por seis años aplastó.
No le respondió Miguel Ángel Yunes, candidato ganador de la elección del 5 de junio, en términos de paz. Le dijo el panista que la ley se aplica y que la justicia va. Y que quien haya delinquido irá a prisión.
Entonces Javier Duarte volvió a ser Javier Duarte. Despertó el tirano, su ira sin freno, la soberbia del altivo y la rabia que nubla la razón.
Se grabó en un video magistral, que describe al Javier Duarte sin oficio ni tablas, negado su talento político, marrullero y rajón.





Despierta el jueves 9 con un quejido mayor. Se victimiza Javier Duarte por los golpes de campaña, asumiendo que la infamia está en Yunes azul, usada para desprestigiar a un régimen que ha dado todo por Veracruz. Ajá.
Bandera nacional, oficina de gobernador, recursos del estado, gesticula y actúa y sobreactúa Javier Duarte para ventilar un asunto que le quita el sueño: el aviso de que terminará sus días en prisión.
No llama a Yunes Linares por su nombre. Ni falta hace. Es el destinatario de su reclamo.
Dice que Veracruz requiere de altura de miras, no de baladronadas ni amenazas. Reza la versión oficial difundida por la Coordinación de Comunicación Social así:
“Mi gobierno y mi persona fueron objeto de diversos cuestionamientos sin fundamento, a costa del descrédito de las instituciones.
“Como político y como Gobernador, entendí y respeté en todo momento a los partidos y a sus candidatos; cumplí con mi responsabilidad institucional de no interferir en el proceso electoral. Posterior al proceso, he escuchado los mismos ataques y mentiras usados como arma electoral durante la campaña y ha continuado la política de acusar sin pruebas, de denostar sin fundamento, y de agredir e insultar a mi persona y a mi gobierno.
“Una cosa es la propaganda electorera basada en la infamia y la acusación sin bases, y otra muy distinta probar los dichos”.
Del desvío de recursos del que lo acusa Yunes Linares y decenas de analistas, pensionados, lideresas, asegura que “sólo existen en la mente tortuosa de quien sí tiene denuncias formales por enriquecimiento ilícito y gravísimos señalamientos por falta de probidad como persona”.
Ve realidades intangibles, espejismo que autoengaña, acciones para crear instituciones sólidas.
“Sé bien —agrega— que la sociedad demanda trasparencia y honestidad de sus gobernantes. Exige acabar con la impunidad”.
Y desliza la amenaza el rufián. Suelta que promulgará el decreto que elimina el fuero al gobernador. Y precisa que la Fiscalía General de Veracruz es autónoma “con el fin de que la justicia no tenga ningún otro interés que hacer prevalecer el estado de derecho y la ley, por encima de todo, ajena a todo capricho y obsesión del gobernante en turno”.
Remarca el tono, gesticula con soberbia Javier Duarte, olvidando que ha sido un pillo el fiscal “Culín”, su amigo Luis Ángel Bravo Contreras, a su vez amigo de la injusticia, fabricante de culpables, enemigo de la verdad, retorcido y malsano, por demás infame, defensor de falsarios, que no repara en retener en prisión al inocente y facilitarle la libertad al culpable. Véase el caso de Maryjose Gamboa. Véase el del caso de Los Porkys de Costa de Oro. Véase la criminalización de los periodistas asesinados. Véase la mala leche de ocultar la suerte fatal de la niña Karime Alejandra para no empañar la cumbre de senadores con Javier Duarte. A ese malandro le dio autonomía Javier Duarte. Ajá.
“Veracruz —chilla el desgobernador— no merece ser escenario de peleas callejeras, ni terreno para venganzas políticas por afrentas imaginarias”.
Luego apunta:
“Cada quien es responsable de sus acciones y protagonista de su pasado y su presente, y eso parece olvidarlo quien hoy agrede y vocifera. Hay quienes tienen un pasado de corrupción y perversiones que tratan de ocultar tras un falso y ridículo disfraz de vengador justiciero.
“Como gobernante he estado sujeto al escrutinio y juicio de la sociedad. He valorado la crítica que ha permitido avanzar y crecer a nuestro estado. No temo a los que usan la violencia verbal para intimidar y ganar simpatías. A quien me debo y tengo la obligación de responder es a la sociedad veracruzana y así lo he hecho, y así lo seguiré haciendo”.
Le responde Yunes Linares que no es él el aludido. Es el auditor superior de la Federación, que detectó el desvío de 35 millones de pesos, o el portal electrónico Animal Político, que evidenció el robo de 645 millones de pesos a través de empresas fantasma.
Quizá se trate, dice, de la denuncia que presentó en abril por el desvío de 3 mil millones de pesos del erario público, enriquecimiento ilícito, y simultáneamente la compra de propiedades en México, Estados Unidos y España.
Dice a El Universal:
“El 1 de diciembre lo llamaré a cuentas (al fiscal) y esa denuncia debe estar ya consignada y debe de haber órdenes de aprehensión contra los responsables. Porque la autonomía llega hasta donde la ley lo permite. (El fiscal) es autónomo para ejecutar las leyes no para violarlas. Si él viola la ley puede ser removido y puede ser sujeto a proceso”.
Duarte, precisa Yunes azul, deberá estar en la cárcel. Así lo exige el pueblo de Veracruz, un pueblo agraviado, que ha sido saqueado por el actual gobernador y su antecesor, maestro y encuerado, Fidel Herrera Beltrán.
“El pueblo de Veracruz —refiere— quiere que se sancione a quienes se robaron el dinero público, que vayan a la cárcel y se devuelva el dinero público”.
Diría también que al que le debe preocupar el fuero a partir del 1 de diciembre es a Javier Duarte. Ese día tendrá una morada en una prisión de Veracruz.



Qué desfiguros los de Javier Duarte. Qué perverso quien lo asesora. Lo exhibe y lo masacra. Pasa del discurso de la reconciliación al discurso de la amenaza, de la oferta de unidad al reto de pandillero.
Así es el miedo. Invade y se infiltra entre la piel y el cinismo. Así es cuando la ley no se puede evadir.
Que reserve su prisión.
CON INFORMACIÓN Y ARTICULO DE: MUSSIO CÁRDENAS ARELLANO.
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