Suman trescientos desaparecidos en dos años.
18 diciembre, 2011
Cerca de 300 personas han desaparecido en Veracruz, más de la mitad niños, adolescentes y jóvenes, en 2010 y lo que va de este año.
Sus fichas, las mayorías incompletas y con una serie de omisiones, componen la lista de desaparecidos de la Procuraduría General de Justicia en el Estado.
Pese a la cifra, el registro no contiene la información básica de la mayoría de los casos, pues omite nombres, señas particulares, lugar, día, fotos, número de averiguación, agencia del ministerio público.
Por otra parte, también omite muchos casos que han sido hechos públicos por medios, por denuncias de familiares o incluso por el registro que maneja también la Procuraduría General de la República.
Por ejemplo, el registro de la PGJE no incluye el nombre de Alejandro Sánchez Evangelista, desaparecido en el municipio de Cazones, el 16 de febrero de 2011 o el de Mauricio Aguilar Leroux, desaparecido el 27 de mayo de 2011 en Córdoba o el de Anaid Arlene de Jesús Gómez Deras, desaparecida el 26 de junio en el puerto de Veracruz, por lo que se presume que el sub registro de desaparecidos podría ser mayor.
Familias completas, grupos de personas, de niños, han desaparecido sin dejar rastro.
El 6 de enero de este año por ejemplo, un grupo de hombres armados irrumpió en un domicilio ubicado en Las Animas de Xalapa y se llevó a Josefina Campillo Carreto, sus hijas Monserrat y Karla, además de la trabajadora doméstica, sin que a la fecha se sepa nada de ellas.
Policías levantados, empresarios, estudiantes, niños son parte de este panorama que se ha vuelto cotidiano ya en Veracruz y del que las autoridades prefieren guardar silencio.
El 11 de enero de 2010, en Xalapa, fueron vistos por última vez un grupo de niños de la calle.
Se trata de Víctor Velasco López, un adolescente de 15 años, que desapareció ese día junto con tres niños de once años de edad, Rafael Hernández López, Juan Méndez Pérez y Sebastián Velázquez Rodríguez.
Un día de finales de julio de 2010 Christian Morales Carreto, vio truncas sus aspiraciones a la alcaldía de Xalapa, al ser levantado junto con su compañero de farra Nelson Leopoldo Cabrera Cobos luego salir del antro y comerse unos tacos en los alrededores del mercado Los Sauces de Xalapa.
Cerca de las dos de la tarde del 15 de abril del 2010 Mateo Erasto Callejas Pérez y Jorge Bobadilla, dos jóvenes recien egresados de la carrera administración, supervisaban a bordo de un vehículo neon la publicidad de camiones para la empresa en la que laboraban cuando compañeros de trabajo, amigos y familiares perdieron todo contacto con ellos. El último reporte es que viajaban cerca del fraccionamiento Las Torres de esta capital.
El 19 de abril del 2010 el periodista colipeño, director del Semanario Espacio, Evaristo Ortega Zárate, aspirante panista a un cargo edilicio por ese municipio, viajaba a bordo de un camioneta Hummer junto con el propietario de la misma, Francisco Mota Uribe, “El Chico Mota”, aspirante a la alcaldía de Colipa y el Andrés Anglada Morgado, aspirante a la alcaldía de Nautla, cuando fueron interceptados por un grupo de policías intermunicipales, según testimonios recabados tras los hechos.
“Avísale a todos,nos llevan detenidos”, “nos llevan en patrulla hacia Veracruz”, fueron algunos de los mensajes de celular que alcanzó a enviar a sus familiares. La diputada federal panista, Alba Leonila Méndez Herrera -amiga del periodista y quien le había sugerido aliarse con Mota Uribe para buscar la alcaldía de Colipa-, recibió una llamada a su celular pero del otro lado de la línea sólo escuchó “mentadas de madre, ruidos como de golpes y quejidos”. Como pensó que era una broma, colgó. Ese día las cámaras de seguridad del Centro de Control Comando y Cómputo (C-4) curiosamente no funcionaron correctamente.
El 13 de mayo de 2011, los padres de Brian Ferra Méndez, de 17 años, llegaron a su domicilio ubicado en Xalapa y al no encontrarlo comenzaron a marcarle a su celular. “Contestó una mujer y dijo que se había encontrado el teléfono en una estación”.
Eran las ocho de la mañana del 11 de abril de este año cuando Keyla Hernández Jiménez, de 13 años de edad, quien cargaba “un folder de Hanna Montana con documentos personales”, salió de su casa para abordar un autobús que lo llevaría a la escuela de Misantla, pero se perdió en el camino.
El diez de mayo de 2010, otra adolescente, María Guadalupe Higuera García, salió rumbo a la escuela CBTIS, ubicada en la avenida Miguel Alemán, esquina con Avenida Villahermosa de Xalapa y nunca volvió a su casa.
El 11 de mayo de 2010 los guanajuatenses Diego Ernesto Méndez García, Manuel Lozano García, Felipe Angel Aguirre y Antonio Meléndez Pérez, primos, amigos y cuñados, quienes se encontraban de paseo en el puerto de Veracruz con sus respectivas familias, decidieron salir por unas cervezas en la noche. Se desconoce su paradero.
Como estas, hay cientos de historias de los desaparecidos veracruzanos, que aumentan cada día en diversos municipios de la entidad.
Por. Alza La Voz...
Hasta la fecha, tampoco se ha dado resolucion a los familiares de los menores, encontrados entre los cuerpor abandonados en Plaza la Americas del Puerto de Veracruz.
Los cuales por versiones de sus Familiares, fueron Levantados por elementos Policiacos, en donde tambien dieron los numeros de las patrullas.
http://alzalavozenveracruz.blogspot.com/2011/09/policias-del-edo-veracruz-participan-en.html
http://alzalavozenveracruz.blogspot.com/2011/09/policias-del-edo-veracruz-participan-en.html
El Gobierno de Veracruz no ha hecho nada ante estas graves acusaciones, pareciendo que quieran encubrir a alguien.
De higual manera y hablando de la misma y fatidica fecha, tambien pesan las acusaciones de un joven, que identifica el cuerpo de un joven hombre, el cual fue levantado por elementos de la Armada de Mexico y termino al higual que los niños entre los cuerpos abandonados.
Y tambien , no sabemos cuantos mas inocentes habian entre los ejecutados y lo mas critico cuantos mas de ellos fuerón "Levantados" por Corporaciones Policiacas o por las Fuerzas Armadas y entregados a Narcotraficantes, para crear Terror entre los habitantes.