Un pastor evangélico que tiene su templo en la calle Playa de Cocos, de la colonia Linda Vista, chapeó un terreno baldío aledaño a su iglesia "porque ahí se escondía gente con armas".
En ese punto fue "LEVANTADO", Alan Michelle por Policias Estatales.
Viernes 28 de Octubre del 2011.
En ese punto desapareció el adolescente de 15 años Alan Michelle, quien fue encontrado entre los 35 cadáveres tirados en el corazón turístico y económico de Boca del Río, el pasado 20 de septiembre.
A unos metros del templo, donde un grupo de personas departe al rededor de una mesa, Alan Michelle habría sido privado de su libertad por elementos de la policía estatal, según lo declarado por su madre, Rocío Velázquez Cruz.
En pie de guerra para conocer las causas de la muerte de su hijo, la mujer declaró a Noticias MVS el jueves 21 de septiembre que fue raptado en una operación donde habrían participado las patrullas 717, 436 y 431.
Hoy, la madre doliente no quiere dar señales de vida para no exponerse y en su colonia se menciona su nombre en voz baja, como si fuera un tema prohibido. Periodistas extranjeros la buscan pero ella no aparece.
Su teléfono ya no funciona, los que la trataron coinciden en señalar que desde su denuncia pública, le han ocurrido hechos graves que la orillaron al silencio.
El pastor del templo recomienda encarecidamente "no andar preguntando" y dejar la coloniaPlaya Linda cuando antes. Una presencia extraña es notada con rapidez.
Según su testimonio, las armas son parte de la vida cotidiana en esa colonia del norte del Puerto de Veracruz. Junto a su templo, el lote baldío cubierto de hierba era una trinchera de personas armadas que "cazaron a varios muchachos".
Le cuesta trabajo explicarse los niveles de violencia que se viven en el Puerto de Veracruz. lo ha visto a unos cuantos metros de su templo, sin embargo, no cruzó por su mente denunciar los hechos.
Lo más razonable para él fue chapear la hierba y robarle el escondite a las personas armadas. ¿Represalias?, sí las teme, pero como hombre de religión, se dice "encomendado a Dios", al igual que los feligreses que lo acompañaban durante el caluroso medio día.
Testimonios de la violencia salen a la luz con facilidad en las calles de Playa Linda. Capítulos de enfrentamientos entre el ejército "y chavos" son frecuentes, según dijo un "pepenador" (recolecta objetos si dueño y los vende).
Doña Rocío, la víctima de la violencia que se hizo visible y que le dio rostro a uno de los 35 muertos sigue sin recibir justicia. Su hijo fue criminalizado por el gobernador, Javier Duarte de Ochoa, cuando declaró que todos los cuerpos pertenecían a personas con antecedentes penales del fuero federal.
El 21 de septiembre, mismo día en que doña Rocío reconocía el cuerpo de su hijo en la morgue de Boca del Río, Duarte declaró: "Es lamentable el asesinato de 35 personas, pero lo es más que esas mismas personas hayan escogido dedicarse a extorsionar, secuestrar y matar"
Ésa declaración del titular del Poder Ejecutivo fue desmentida por la Procuraduría General de la República, a través del sub procurador regional en Veracruz, José Cuitláhuac Salinas Martínez, quien aseguró el miércoles 26 que solo seis de las 35 personas halladas muertas tenían antecedentes penales.