6/3/14

Los 10 homicidios del Desgobernador Javier Duarte de Ochoa.



En el desgobierno corruptísimo, negligente y 
ratero del Duarte que ha convertido a Veracruz 
en otro Michoacán, se han generado 10 homicidios de 
periodistas.
Jueves 06 de Marzo del 2014. 
La revista Proceso de la semana del 16 de febrero hizo una radiografía deldesgobernador. En la portada aparece cuan gordo es, con su gorra donde se hace llamar “gobernador” y su nombre impreso en la camisa que cubre su voluminoso tórax; y la información nos pone al tanto de ese récord duartista. 
Diez reporteros han sido privados de la vida. Y diez familias sufren esa orfandad, una desgracia de sangre, porque el duartismo sólo se ha dedicado a enriquecerse con transas y corruptelas que circulan en un expediente que sólo la Procuraduría General de la República no tiene.
El homicidio número 10 que recayó en el reportero Gregorio Jiménez de la Cruz, es uno más de los asesinatos que el desgobernador Duarte lleva sobre sus hombros de mal gobierno. 
Tales hechos muestran que el obeso (porque se ve que come hasta la glotonería) funcionario no sirve para el cargo y debe ser echado del poder por inútil y asesino, al dejar que en la entidad se prive de la vida a los ciudadanos. Varias manifestaciones de veracruzanos han salido a las calles para exigir su renuncia. 
Pero el desgobernador, su directora de Comunicación y el procurador, sólo han hecho 10 escenas donde repiten que “investigarán”; pero no quieren que se sepa que en la entidad priva la ley de la selva.
Matar periodistas se ha vuelto tan natural como el resto de la violencia sangrienta que impera. 
El duartismo se ha dedicado a la corrupción, para (como otro Moreira) llevarse todo lo que pueda, que de robar sí saben los desgobernadores. Y como la impunidad es el santo y seña del sistema presidencial, de los 31 estados y de la jefatura defeña, en todo el país habrá más homicidios de inocentes que Calderón, con sus 100 mil homicidios, calificó como “daños colaterales”. 
Los mexicanos somos víctimas de los que ostentan el poder público, en primera instancia, ya que han permitido que la vida pública sea convertida en un rastro donde se mata por matar. Y no hay gobierno capaz de imponer la ley, ya que priva la impunidad de funcionarios y delincuentes, que vienen siendo lo mismo: las dos caras de la moneda de la criminalidad.
En el seno de la violencia que no para y ha dejado más de 7 mil muertos por la guerra de todos contra todos en gran parte del país, en los casi 15 meses del peñismo se han cometido 17 asesinatos de periodistas. La motivación es que ellos, cumpliendo con su deber y ejerciendo a plenitud sus obligaciones y derechos de ciudadanos, no dejaron de reportear los hechos que generan la delincuencia y los funcionarios, sobre todo cuando su factor común es la corrupción. Suponen los sicarios que matan periodistas, tanto por encargo como por la negligencia de los funcionarios que no cumplen con sus obligaciones preventivas, que al eliminar a los mensajeros ya no habrá más información. Pero se equivocan. Los periodistas que sobreviven continuarán laborando, contra viento y marea de esa violencia contra ellos que busca silenciar las libertades de prensa.
*Periodista