12/3/14

2014 Un año muy sangriento para el Sur de Veracruz.




En solo setenta días del año 2014  transcurrido en el sur de la entidad, fueron asesinadas con saña treinta personas entre ellas dos menores de edad y tres mujeres.

Miercoles 12 de Marzo del 2014.

Una escalofriante estadística basada en un estudio pericial muestra el grado de descomposición social que se respira en el nuevo Veracruz sangriento, que hace recordar la década de los años ochenta, con las bandas criminales que operaban en las tres zonas de la geografía veracruzana, entre ellas “La Sonora Matancera”, un clan de asesinos con relaciones políticas con los hombres del poder.

  Es triste enterarse de la realidad en materia de seguridad , en donde por medio del discurso, se tiene un modelo de un estado sumamente seguro, sin embargo, al menos en el sur de la entidad, en los primeros setenta días transcurridos, cada cincuenta y dos horas un ciudadano, sin importar su actividad, fue arteramente asesinado.

Del primero de enero al diez de marzo, treinta personas fueron ejecutadas y lo más preocupante es que de esa cantidad enorme de asesinatos, la Procuraduría, solo pudo resolver tres homicidios, en un 40 %, pues del resultado de las investigaciones, solo se pudo capturar a quienes incursionaron como copartícipes.

Específicamente en el caso del homicidio del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz, Ernesto Ruiz Guillén y José Huerta Lara; los autores de los homicidios están sustraídos de la acción de la justicia.


LOS NÚMEROS Y LOS MUERTOS

El jueves 2 de enero en la colonia Los Pinos de Las Choapas, Marcelo Vidal (a) “El Pata Chenga” después de agredir al campesino Fidencio Rodríguez Santiago de 67 años, enfrentó al joven Fidencio Rodríguez Díaz quien intentó defender a su padre y recibió un balazo en el abdomen, siendo rematado con un balazo en la cabeza para morir instantáneamente, mientras el homicida se dio a la fuga.

El domingo 3 de enero, un grupo de sujetos sorprendieron al mecánico Mario Ernesto Trejo de 42 años, y lo ejecutaron de tres balazos, dejándolo tirado en el interior de la marisquería La Flor del Istmo en San Pedro Martir municipio de Cosoleacaque.

El martes 14 de enero en Coscapa, municipio de Pajapan, por la mañana fue encontrado sin vida el campesino, Jacob Hernández Ramos de 27 años, quien presentaba un impresionante machetazo en la yugular, su crimen quedó impune, nadie reclamó, y la Procuraduría dio el carpetazo al caso.

  El lunes 20 de enero en la colonia Campo Nuevo  de Las Choapas, mientras cambiaba una llanta de su camioneta, un solitario sujeto armado de una escuadra calibre 380, asesino de cinco balazos al comerciante Azael Flores Ortiz de 26 años de edad, el criminal escapó del lugar y el caso fue a la impunidad.

El martes 21 de enero en el interior de su domicilio en la colonia Paraíso de Coatzacoalcos, fue encontrado atado de pies y manos y estrangulado el jubilado Renato Jiménez Aguilar de 53 años de edad, no hubo responsables de su muerte.
El miércoles 22 de enero por la tarde en Villa Allende, fue acribillado a balazos, en su domicilio, por un grupo armado, el joven trabajador de Etileno XXI, Bryan Osiris Hernández Rueda de 25 años.


CRIMENES AL ALZA


El martes 4 de febrero con dos balazos en el cuerpo, fue encontrado a un costado de las vías del tren en las inmediaciones de Nanchital, una persona de sexo masculino que no fue identificada, al parecer se trató de un indocumentado, nadie investigó el crimen y este se fue al cajón de la impunidad.

En Coatzacoalcos el miércoles 5 de febrero, bajo el puente de la avenida uno, matan a machetazos a una persona que no fue identificada, pero que se conoció procedía de Centroamérica. Ese mismo día en las inmediaciones del fraccionamiento Punta Verde en el municipio de Cosoleacaque, entre los matorrales, fue encontrado el cadáver de un joven de nombre Erick Hernández Herrera de 19 años de edad, el cual fue estrangulado y su cadáver tirado en ese lugar, no se conoció de sus ejecutores.

El jueves 6 de febrero en el municipio de Cosoleacaque fue encontrado en una fosa clandestina, el cuerpo del trailero, Arnulfo González Pérez, quien había sido asaltado una semana antes, y despojado de su tractocamión por “Piratas del Asfalto” que operan impunemente en la autopista, por supuesto que el crimen quedó impune.

  En la ciudad de Agua Dulce, el 12 de febrero, fue encontrado el cuerpo decapitado el taxista Otoniel Fabre Torres, a un costado de la carreteracostera del Golfo, había sido secuestrado el 9 de febrero, y ejecutado con saña, el crimen quedó impune.

El 11 de febrero en Las Choapas, fueron encontradas dos fosas clandestinas con tres cadáveres, de Ernesto Ruiz Guillén secuestrado el 18 de enero en villa Allende y José Huerta León secuestrado el 19 de ese mes en el mismo lugar. También se encontró el cadáver de Gregorio Jiménez de la Cruz, quien fue secuestrado el 5 de febrero.

En el caso solo se detuvo a seis personas copartícipes de los crímenes, pero cuatro personas más que fueron los autores materiales, andan libres.

El martes 11 y el miércoles 12 entre los matorrales de las inmediaciones los complejos petroquímicos, por el entronque a Nanchital, fueron encontrados los cadáveres de dos mujeres, que presentaban signos de violencia, no portaban identificación alguna, se desconoce autoría de esos decesos.

En la ciudad de Jáltipan el domingo 16 de febrero, un grupo armado lanzo ráfagas de ametralladoras sobre un domicilio de la colonia San Cristobal, asesinando a la joven María Fernanda Valencia Veloz de 20 años de edad, quien no pudo soportar las heridas y falleció.


MÁS CRÍMENES IMPUNES

El lunes 17 de febrero en Coatzacoalcos, fue encontrada una fosa clandestina en la colonia Veracruz, y en ella el cuerpo de una persona que solo vestía una chamarra azul y un boxer de color negro, en tanto que ese mismo día fue encontrado en la calle Margaritas de la colonia Ejidal, el cuerpo de Cristopher Adrian Tejeda Ortiz de 25 años, quien fue ejecutado de dos balazos.
En el ejido López Mateos del municipio de Minatitlán, ese mismo día fue emboscado el campesino José Juan Pérez Maldonado de 18 años, quien recibió un balazo en la espalda, para morir en el acto.

En la autopista de la muerte, el domingo 23 de febrero, en el tramo puente de la ICA-Mapachapa, fue encontrado ejecutado el cuerpo de un joven que presentaba dos impactos de bala calibre 2.23 y el brazo izquierdo amputado al parecer con un hacha.

El martes 25 de febrero flotando en el Río Chiquito a la altura de Paso del Zopilote, entre el municipio de Jáltipan y Cosoleacaque, fue encontrada una nevera y en el interior el cuerpo fraccionado de una persona de sexo masculino, que aún no ha sido identificado, porta un tatuaje en el brazo con la imagen de la virgen de Guadalupe. Estaba envuelto en una lona que promociona un candidato de Jáltipan.
En Jáltipan el jueves 27 de febrero fue encontrado en el camino viejo a Coacotla, ejecutado el estudiante de secundaria, Omar Gutiérrez Martínez de 14 años de edad, tenía visibles huellas de tortura, costillas fracturadas y un balazo en el cráneo.

En el camino Cahuapan- Los Juanes en el municipio de Hidalgotitlán, el mismo jueves 27 de febrero, fue ejecutado de tres balazos calibre 9 milímetros, el campesino, Jorge Alberto Cardozo Jiménez de 18 años, los autores nunca fueron buscados por la policía.
Pueblo sin ley

En Jáltipan, tierra de nadie, el sábado 22 de febrero, una grupo armado persiguió a un joven, que se metió a una tienda de abarrotes situada en Morelos y López Mateos, de donde fue sacado y ejecutado a balazos calibre 45, siendo identificado más tarde como Daniel Terrones Martínez de 24 años. La policía solo llegó para tomar datos para la estadística.

Ese mismo día En Teodoro Dehesa en el municipio de Acayucan, fue llevado a tirar el cadáver del transportista Gerardo Morales Blanco de 45 años de edad, quien presentaba nueve cuchilladas en diferentes partes del cuerpo, de los homicidas nada se sabe.

El sábado primero de marzo en Minatitlán, un taxista y su ayudante, asesinaron a golpes al jubilado, Tito Jiménez Mendoza de 78 años de edad, nadie investigó el crimen y el taxista sigue circulando por las calles de la ciudad. Aqui como en otros crímenes no se cumplió la sentencia del gobernador de que “el que la hace la paga”.

En la ciudad de Acayucan el jueves 6 de marzo, fue ejecutado a balazos en su taller ubicado en la colonia taxistas, el mecánico José Carlos Domínguez Filigrana, el criminal salió del lugar con toda calma cubierto por la impunidad que confieren las autoridades.

Este 9 de marzo fue encontrado atorado entre las raíces de los Manglares en el Río Tonalá a la altura del ejido Los Manantiales en Agua Dulce, el cuerpo de una persona decapitada, que hasta el momento no había sido identificada.

Ese es el Veracruz próspero, promocionado turísticamente como de los más seguros del mundo, en donde los pasajeros de los autobuses prefieren viajar de día, o no viajar, por los constantes asaltos carreteros en la autopistas y en las carreteras del sur. En donde las familias cierran sus puertas al anochecer, porque si no atacan los ladrones, lo hace la propia policía.

Y no se ve por donde pudiera contenerse esta ola de violencia, la Secretaría de Seguridad esta totalmente rebasada, opera con un número inferior a las anteriores corporaciones, sin experiencia en casos como estos, sin la estrategia debida.

La Procuraduría de Justicia del Estado por su parte, carente de órganos de investigación; el Ministerio Público convertido en un receptor de denuncias únicamente, imposibilitado para hacer efectivo el lema de investigador y la policía ministerial (AVI) sujeta únicamente a cumplimentar ordenes de aprehensión por delitos familiares, pero impedida por sus propios principios y compromisos, para resolver el creciente índice delictivo, a través de un trabajo científico que lleve a investigar los crímenes, y desalentar tanta impunidad.

¿De los 7.5 millones de habitantes que viven en el estado de Veracruz, alguien tiene una idea de que se puede hacer para inhibir la ola de violencia?