2/1/13

Eran inocentes loas abatidos en Ixhuatlán del Café, por fuerzas militares, mientras Javier Duarte los declara "sicarios".




Cerca de 600 pobladores de Ixhuatlán del Café recorrieron las principales 

calles del municipio y con pancartas en mano señalaron que los cuatro 

hombres abatidos por el Ejército el viernes por la noche en Córdoba, eran 

víctimas y no sicarios.

Miércoles 02 de Enero del 2013.


Los cuatro ferétros fueron cargados por familiares y amigos en el 

recorrido hacia su última morada. La gente pedía justicia.

“No merecían morir, eran inocentes”, “No eran sicarios”, rezaban algunas 

de las pancartas.



En los cuatro ataúdes, los cuerpos del conductor José Raúl Fernández 

Ortiz de 28 años, Jesús Juárez (37), Luis Vargas Piña (37) y Ángel Piña 

Teodoro (32) eran resguardados por la multitud. Los vecinos dicen que el 

primero era taxista y los otros tres mecánicos.


Los pobladores no quisieron decir más, no dejaron acercarse a los 


familiares, estaban molestos, y así continuaron hacia el camposanto.



Los ataúdes son de madera en color café y uno blanco, en el interior van los cuerpos de un taxista y tres mecánicos. Los cuatro eran muy conocidos entre la comunidad.

Las campanas suenan. La procesión inicia a las 13:00 horas. La muchedumbre con los difuntos pasan por los domicilios de éstos. Desde la iglesia San Pedro Apóstol los esperan para darles el último adiós.

Los vecinos exigen justicia. “Eran inocentes” decían algunas pancartas, en otras hacían referencia a que los difuntos eran víctimas y no sicarios, mencionaban que no se habían involucrado en hechos delictivos, “ fue una equivocación”, decían.

Sus rostros también expresaban indignación. No se resignaban a que el pasado viernes 28, los cuatro habitantes de Ixhuatlán habían sido baleados por las fuerzas federales, frente a la funeria Vélez.

Luis Vargas Piña, de 37 años; Ángel Piña Teodoro, de 32; José Raúl Fernández Ortiz, de 28, y Jesús Juárez, de 37, todos vecinos de este municipio, según su certificado médico, murieron por shock hipovolémico, es decir, desangrados.

Una patrulla, la unidad de Protección Civil, Cruz Ambar y una fila de más de 20 vehículos, entre taxistas y particulares, formaron una caravana, integrada para la celebración del funeral. Antes fue realizada una misa, la cual se programó para las 14:00 horas.

Todo era silencio, el cual fue roto, sólo para gritar algunas consignas contra los medios de comunicación al ser detectados,

No querían que nadie ajeno se acercara a los familiares, no querían hablar, querían vivir su luto, pero tampoco estaban dispuestos a resignarse ante lo que para ellos fue una injusticia.

30 de diciembre de 2012

JAVIER DUARTE DE OCHOA, EL GOBERNADOR SENTENCIADOR…

¡¡¡SIN INVESTIGAR LOS DECLARA SICARIOS!!!
Javier Duarte De Ochoa dio a conocer mediante comunicado de prensa que las 4 personas asesinadas el pasado viernes 28 de diciembre por los elementos de las fuerzas castrenses en la ciudad de Córdoba, eran sicarios. Con esta acción el jefe del ejecutivo estatal se complace en que las fuerzas federales maten a personas inocentes que por error pasaban por el cerco militar en la avenida 5 entre calles 4 y 6 de esa ciudad, en donde se encuentra la funeraria Vélez, por desgracia el nerviosismo y prepotencia de los militares hizo que ejecutaran sus armas de alto poder, haciendo parecer que fuera un enfrentamiento.

No es el único caso en donde personas inocentes pierden la vida y en donde los miembros de las fuerzas castrenses masacren a civiles, desde luego para librar la justicia castrense tienen que crear su propia versión y condicionan el lugar de los hechos. Hoy que el gobierno federal es del PRI, el gobierno Duartista se ve obligado a apoyar las acciones belicosas de militares en contra de civiles.

El ciudadano común tiene que cuidarse de la delincuencia organizada, de las corporaciones policiacas coludidas con el crimen y de los miembros de las fuerzas castrenses.

Pero lo peor de todo esto, que hay que cuidarse de un gobernador del Estado que puede etiquetar de sicario o miembro de la delincuencia a cualquier civil, esto ocurre sin una exhaustiva investigación de fondo y forma, etiquetar a cualquier ciudadano de delincuente de manera arbitraria, solo con el señalamiento de los militares o de los elementos policiacos.

Los familiares de estas 4 personas masacradas no tendrán un feliz fin de año, pero tendrán mucho dolor y pesar por este mal momento. Mientras tanto hay un gobernador en el Estado de Veracruz que regocija aplaudiendo los desmanes que cometen las fuerzas “del orden”.

¿Hasta cuando se acabara el abuso de poder y esta pesadilla que los mexicanos vivimos?