Las policías en Veracruz
Entre lo utópico y lo verdadero/Por Claudia Guerrero Martínez
La mitad de nuestras equivocaciones en la vida nacen
cuando debemos pensar, sentimos y
cuando debemos sentir, pensamos.
Anónimo.
cuando debemos pensar, sentimos y
cuando debemos sentir, pensamos.
Anónimo.
La problemática de inseguridad en el estado puso a todos en alerta. Veracruz estaba en disputa por Cárteles del crimen organizado y se tenía, imperiosamente, que activar el programa Veracruz Seguro. Mostró con cifras alarmantes, la complacencia de gobiernos estatales corruptos y protección muy bien pagada. Miles de soldados del Ejército y Marina realizan operativos a lo largo del estado e instalaron un sofisticado mecanismo de inteligencia militar para monitorear las actividades de trasiego de la droga y otros delitos federales. Además, investigaciones que triangulan los nexos entre gobierno-policías-vendedores de droga. Hacer esquemas para comprender de dónde partió el problema y sus últimas consecuencias.
Los resultados fueron alarmantes. La corrupción en el Gobierno del Estado fue pieza clave para detectar filtraciones de células del narcotráfico incrustadas en el territorio veracruzano. Utilizó a sus policías para defender, proteger y ayudar a las actividades de éstos líderes de la droga. Además, ampliar expectativas en la trata de ilegales, secuestro, extorsión, delitos del fuero común como robo de autos y hasta dominar las actividades en los penales en el estado. Hacer negocio con los nuevos socios, era el tema recurrente en la oficina principal de Palacio de Gobierno. El negocio florecía y muchos se hicieron millonarios de la noche a la mañana.
Y eso lo detectó el Gobierno Federal. Ya hemos advertido de un extenso expediente, en el cual informa, con “señas y pelos”, coloquialmente hablando, sobre las prácticas ilegales en Veracruz y que desembocaron a la imperante inseguridad y lucha de territorio en el que está secuestrado el estado. Y desgraciadamente, todos somos culpables. Unos por fomentar. Otros, por callar y los menos, por proteger. Y en ese contexto hablamos de las policías en Veracruz.
Increíble ver cómo de un plumazo, Javier Duarte de Ochoa, en un momento de presión personal desaparece la Policía Intermunicipal Xalapa-Banderilla-Tlalnelhuayocan. Después, en otro momento de desesperación personal queda extinta Tránsito Municipal de Xalapa. Ahora, pese a sus compromisos personales, decreta desaparecer la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río. Todas con graves anomalías. Se demostró en una investigación militar, que estas corporaciones estaban al servicio del crimen organizado. La corrupción y encubrimiento eran actividades cotidianas bajo las órdenes del Gobierno Estatal. Duarte de Ochoa conocía el problema y fue parte de él.
Hemos insistido de anomalías dentro de la Policía Ministerial, conocida como Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI). En ella, existe pasividad en la ejecución de órdenes de aprehensión y hasta tienen la necesidad de “pedir permiso” o avisar para poder entrar a Fraccionamientos, entre ellos Las Ánimas, Monte Magno y La Marquesa, así como las calles de Encanto y Ferrocarril Interoceánico, ubicadas en la capital del estado. Además de exclusivos fraccionamientos La Pitaya y Pixquiac, en el municipio de Coatepec. Y todo, para no molestar a ciertos personajes, quienes pasan jugosas cuotas a los jefes policiacos… El AVI es una corporación policiaca llena de claroscuros, lagunas jurídicas y muchos cuestionamientos por su poco rendimiento laboral….Habría que poner atención en ello…
Y era de esperarse, la existencia de víctimas de este espiral de “policías y ladrones”. En la pasada entrega, habíamos denunciado las anomalías que sufren los policías jubilados de la desaparecida Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río. Se presentaron los elementos en el Congreso Local para pedir la intervención de los diputados, entre ellos, los de la Comisión de Seguridad Pública encabezada por Francisco Lara Arano, quien se comprometió frente a los medios de comunicación, a no tolerar injusticias y aclaró que el Secretario de Seguridad Pública Arturo, Bermúdez Zurita le había confirmado no existir anomalías en la liquidación de los elementos policiacos. Ante la presencia de los policías jubilados, el legislador se dio cuenta no ser así.
Créanme inteligentes lectores, que al ver las condiciones físicas, cómo viven y la desesperación de estos policías, la verdad, da enorme indignación. Uno de ellos, la policía radio-operadora Silvia Mónica Herrera sufrió incrustación de esquirlas en el cerebro, gracias a una granada lanzada por un grupo de delincuentes en la caseta donde laboraba hace dos meses. El Gobierno del Estado mintió al informar que no hubo lesionados en ese ataque, cuando constatamos el daño irreversible de la policía lesionada. También se evidenció las condiciones de zozobra de otros policías, de un total de 52 de ellos, quienes por órdenes de Javier Duarte de Ochoa los quieren liquidar con tan sólo 38 mil pesos. Algunos laboraron hasta 30 años, para darles ésta raquítica indemnización.
Ante la presencia y declaraciones de estos elementos policiacos, se ventiló anomalías realizadas por la Secretaría de Seguridad Pública, ya que los 52 policías lesionados en cumplimiento de su deber, estaban bajo el régimen de policías activos, sin haber dado aviso al Instituto Mexicano del Seguro Social para no pagar las pensiones de los lesionados. Una grave omisión por parte de la SSP y la dependencia estatal puede sufrir de costosas multas por violentar los derechos laborales de éstos elementos y peor, negarse a darles sus pensiones de ley.
¿Éstas son nuestras policías que nos merecemos, inteligentes lectores? Sin darles sueldos decorosos, uniformes, derechos a la adquisición de vivienda, créditos comerciales, bancarios y sin dignificar a las corporaciones, cómo podemos exigir que nos brinden seguridad…El culpable, ha sido Gobierno Estatal por ahorrar en ésta importante dependencia y tenerla como caja chica, desviando los recursos destinados para fortalecer los cuerpos policiacos. Dinero dirigido, para pagar costosas campañas electorales.
Ahora Javier Duarte de Ochoa miente una vez más puntualizando que en el 2012 se redoblará esfuerzos en materia de seguridad. Mejor aceptar que el crimen organizado ya rebasó a las policías estatales y por eso, la intervención del Ejército y Marina, quienes tomarán las riendas para dar solución al problema. Mientras, continúa el excesivo gasto de recursos para las corporaciones policiacas. Dinero que nadie sabe a dónde se aplica y cómo se emplea…
Nos resta expresar nuestra preocupación en las finanzas de Veracruz. Continúan los problemas en las arcas del Gobierno del Estado y se espera la desaparición de más dependencias estatales y despido de trabajadores. Expresar que habrá aumento de empleos en Veracruz, es otra mentira de las muchas que el empleado de los veracruzanos hace. Javier Duarte de Ochoa tiene un serio problema, pues por un lado, sufre la presión del Gobierno Federal para que cumpla con los acuerdos pactados y por el otro, sus compromisos personales no lo dejan descansar en paz, un solo día.
Será un año muy difícil para Veracruz, así que prepárense ciudadanos, pues la seguridad en el estado pende de un hilo por las próximas decisiones realizadas por el Gobierno Estatal. Un descuido o error, puede costarle hasta la Gubernatura a Javier Duarte de Ochoa…