Para el periodista de la revista Proceso, especializado en narcotráfico, Ricardo Ravelo Galo, la batalla por Veracruz, que libran cárteles en el territorio veracruzano, está por comenzar.
Los más recientes acontecimientos de violencia que han sacudido al estado especialmente en la zona conurbada Veracruz Boca del Rïo son el preludio "de una gran etapa de inestabilidad que le espera a Veracruz”.
“No lo digo yo, lo dicen las agencias de inteligencia, que hablan de un escenario que puede tener los niveles de Nuevo León y Ciudad Juárez. Lo que se ve en Veracruz es apenas el comienzo de una gran guerra sexenal que no se va a acabar mañana”, expresa el autor de obras como “Los Capos” o el más reciente de "El Narco en México: historia e historias de una guerra".
Para Ravelo la entidad experimenta un proceso de reacomodo y de lucha territorial entre cárteles.
Sus principales actores son el Cártel del Golfo, Zetas, La Familia Michoacana o Caballeros Templarios, el Cártel de Jalisco Nueva Generación y La Resistencia.
Lo más nuevos son La Familia Michoacana y la Resistencia, "una organización que depende del Cártel de Sinaloa", pero también ya hizo acto de presencia el "Cartel de Jalisco Nueva Generación que quiere entrar a Veracruz”.
Sin embargo, expresa que la guerra más antigua y que está por recrudecerse es la de Los Zetas y el Cártel del Golfo.
Actualmente estos dos grupos libran una lucha fraticida que ya ha convertido “en un infierno Monterrey y ciudades de Tamaulipas”.
Explica: ambos cárteles “se separaron en 2003; en 2005 la DEA considera a los zetas un cartel formal. Los zetas fueron brazo armado del Cártel del Golfo de 1997 a 2003; de 2003 a 2005 tuvieron una etapa de inestabilidad y en 2005 se agrupan y se convierten en un cartel bien organizado”.
“Hay que decir que los zetas son la organización más versátil que cualquiera de las otras en el escenario criminal: Los Zetas son los primeros que comenzaron a diversificar sus actividades. Antes que Sinaloa, antes que Juárez, antes que Tijuana, Los Zetas comenzaron a usufrutuar el secuestro, el negocio de las extorsiones y el cobro de impuestos, comenzaron a imponer su ley con lo que mejor saben hacer, matar con saña, decapitar, porque el instrumento del miedo es la mejor forma para paralizar a la sociedad y controlar a las estructuras de seguridad de un estado, de un país”.
“Ellos mejor que otros saben jugar a la guerra, basta ver lo que ha ocurrido en Veracruz, hoy la sociedad en Veracruz tiene miedo, la prensa tiene miedo y el gobierno no sabe qué hacer; ese es el afecto de la violencia que puede desplegar este grupo, considerado una amenaza para el mundo”.
“Obviamente no hay poder político que pueda contener esto, el narco es más poderoso que el gobierno de Veracruz, ahí están los muertos, las balaceras, y ahí está el poder central, no diría yo con los brazos cruzados, pero con una gran impotencia; ni el Ejército ha podido contener esta violencia que por desgracia ya cobró la vida de varios periodistas en el estado”.
De acuerdo con Ricardo Ravelo, Veracruz es un botín codiciado por todos los grupos delictivos.
“Veracruz es una zona importante porque es el punto medio entre el Caribe y la zona norte de Tamaulipas, es un enclave importante, obviamente mucha arma y droga llega por Veracruz, pero también la droga que llega de Sudamérica baja por el Caribe y entra por Veracruz, sube a Tamaulipas para entrar a Estados Unidos; es importante la plaza de Veracruz por donde se le vea”.
“Veracruz es un gran mercado potencial en el consumo de drogas, a pesar de la presencia militar; en Veracruz se habla de por lo menos unas mil 500 o 2 mil 400 narcotienditas diseminadas en colonias de todos los niveles, y hay muchos vendedores que operan al amparo de las policías locales, de los agentes de tránsito, de taxistas que operan de halcones".
Y describe la cruda realidad de una sociedad gangrenada, en fase de descomposición: “todas la unidades del infonavit están repletas de gente del Cartel del Golfo y de Los Zetas, hay mucho narcomenudista que vive en esa zona y que venden droga como vendedores ambulantes: andan de un lugar para otro, traen celulares, reciben mensajes de los consumidores a los que surten droga en varios domicilios, o en puntos estratégicos de la ciudad; basta citarse en una esquina, se hace el intercambio y yo no te conozco y no te he visto. Así se mueve el mundo del narco, como las hormigas, andan de un lado para otro, y contra esto es muy difícil pelear”.
Los más recientes acontecimientos de violencia que han sacudido al estado especialmente en la zona conurbada Veracruz Boca del Rïo son el preludio "de una gran etapa de inestabilidad que le espera a Veracruz”.
“No lo digo yo, lo dicen las agencias de inteligencia, que hablan de un escenario que puede tener los niveles de Nuevo León y Ciudad Juárez. Lo que se ve en Veracruz es apenas el comienzo de una gran guerra sexenal que no se va a acabar mañana”, expresa el autor de obras como “Los Capos” o el más reciente de "El Narco en México: historia e historias de una guerra".
Para Ravelo la entidad experimenta un proceso de reacomodo y de lucha territorial entre cárteles.
Sus principales actores son el Cártel del Golfo, Zetas, La Familia Michoacana o Caballeros Templarios, el Cártel de Jalisco Nueva Generación y La Resistencia.
Lo más nuevos son La Familia Michoacana y la Resistencia, "una organización que depende del Cártel de Sinaloa", pero también ya hizo acto de presencia el "Cartel de Jalisco Nueva Generación que quiere entrar a Veracruz”.
Sin embargo, expresa que la guerra más antigua y que está por recrudecerse es la de Los Zetas y el Cártel del Golfo.
Actualmente estos dos grupos libran una lucha fraticida que ya ha convertido “en un infierno Monterrey y ciudades de Tamaulipas”.
Explica: ambos cárteles “se separaron en 2003; en 2005 la DEA considera a los zetas un cartel formal. Los zetas fueron brazo armado del Cártel del Golfo de 1997 a 2003; de 2003 a 2005 tuvieron una etapa de inestabilidad y en 2005 se agrupan y se convierten en un cartel bien organizado”.
“Hay que decir que los zetas son la organización más versátil que cualquiera de las otras en el escenario criminal: Los Zetas son los primeros que comenzaron a diversificar sus actividades. Antes que Sinaloa, antes que Juárez, antes que Tijuana, Los Zetas comenzaron a usufrutuar el secuestro, el negocio de las extorsiones y el cobro de impuestos, comenzaron a imponer su ley con lo que mejor saben hacer, matar con saña, decapitar, porque el instrumento del miedo es la mejor forma para paralizar a la sociedad y controlar a las estructuras de seguridad de un estado, de un país”.
“Ellos mejor que otros saben jugar a la guerra, basta ver lo que ha ocurrido en Veracruz, hoy la sociedad en Veracruz tiene miedo, la prensa tiene miedo y el gobierno no sabe qué hacer; ese es el afecto de la violencia que puede desplegar este grupo, considerado una amenaza para el mundo”.
“Obviamente no hay poder político que pueda contener esto, el narco es más poderoso que el gobierno de Veracruz, ahí están los muertos, las balaceras, y ahí está el poder central, no diría yo con los brazos cruzados, pero con una gran impotencia; ni el Ejército ha podido contener esta violencia que por desgracia ya cobró la vida de varios periodistas en el estado”.
De acuerdo con Ricardo Ravelo, Veracruz es un botín codiciado por todos los grupos delictivos.
“Veracruz es una zona importante porque es el punto medio entre el Caribe y la zona norte de Tamaulipas, es un enclave importante, obviamente mucha arma y droga llega por Veracruz, pero también la droga que llega de Sudamérica baja por el Caribe y entra por Veracruz, sube a Tamaulipas para entrar a Estados Unidos; es importante la plaza de Veracruz por donde se le vea”.
“Veracruz es un gran mercado potencial en el consumo de drogas, a pesar de la presencia militar; en Veracruz se habla de por lo menos unas mil 500 o 2 mil 400 narcotienditas diseminadas en colonias de todos los niveles, y hay muchos vendedores que operan al amparo de las policías locales, de los agentes de tránsito, de taxistas que operan de halcones".
Y describe la cruda realidad de una sociedad gangrenada, en fase de descomposición: “todas la unidades del infonavit están repletas de gente del Cartel del Golfo y de Los Zetas, hay mucho narcomenudista que vive en esa zona y que venden droga como vendedores ambulantes: andan de un lugar para otro, traen celulares, reciben mensajes de los consumidores a los que surten droga en varios domicilios, o en puntos estratégicos de la ciudad; basta citarse en una esquina, se hace el intercambio y yo no te conozco y no te he visto. Así se mueve el mundo del narco, como las hormigas, andan de un lado para otro, y contra esto es muy difícil pelear”.