Sin preguntarle ni su nombre, el pasado jueves los policías estatales lo ‘levantaron’ cuando se dirigía a uno de sus entrenamientos.
“(Alrededor de las 15 horas) Yo iba a sacar copias, ahí en la calle (por la facultad de Educación Física) me vieron los policías y me dicen ¿a dónde vas? Y entonces yo vi un coche blanco y como todos, para ganarle al coche me crucé y me gritaron ¿por qué corres?
“Entonces me quedé parado porque yo dije si corro van a pensar que debo algo- y nunca corrí ni nada entonces me agarraron, les dije avísenle a mi gente que está adentro (de la FEFUV) y no me hicieron caso, me amarraron y caminé”, recuerda, con la voz entrecortada.
Luego de tomarlo, narra Eder, los policías lo llevaron hacia la facultad de Ingeniería, ahí le pidieron a uno de los guardias auxiliares que lo identificara y así lo hizo, el “sí, es él” del guardia marcó la condena del deportista.
Además del guardia, los policías les pidieron a unos alumnos que lo identificaran pero no le descubrieron el rostro, lo mantuvieron tapado y mostraron en fotografía, una cara que no era la de Eder.
Comenta un alumno: “Yo iba caminando aquí en la calle de al lado de la facultad y vi que los policías tenían a un detenido, lo tenían esposado y con la cara tapada con su misma playera, entonces me dijeron que si lo conocía y me enseñaron una foto en un celular, a él nunca le destaparon el rostro.
“Entonces a mí me enseñaron la foto de un chavo con tatuajes, yo les dije a los policías que no lo reconocía y ya me fui”, declaró uno de los estudiantes.
Luego del reconocimiento, al menos cuatro elementos –según recuerda Eder- lo subieron a una patrulla y desde ese momento empezaron a gritarle, a golpearlo y a acusarlo de ladrón. Los policías seguían sin preguntarle ni su nombre.
“Cuando me subieron a la camioneta me empezaron a golpear, yo no alcancé a ver hacia dónde me llevaban y dije ya Dios que me proteja, me estaba preparando psicológicamente (…) todo fue muy rápido, no me dio tiempo de razonar”, recuerda, entre lágrimas.
Luego de golpearlo, de patearle los testículos, de darle descargas eléctricas, de gritarle, de aventarle agua en la nariz y demás vejaciones, los policías sacaron la cartera y vieron la cédula que acredita a Eder como deportista especial.
Al darse cuenta de que durante tres horas gritaron, golpearon y sometieron a actos de tortura a un joven de 26 años con deficiencia mental y problemas de lenguaje, los policías intentaron enmendar su error, le dieron de comer y lo liberaron a unas cuadras de su casa.
No sin antes robarle su celular y advertirle que si decía algo se atendría a las consecuencias.
Los padres de Eder están en proceso de interponer denuncias para quienes resulten responsables de la golpiza a su hijo, aunque desconfían de las autoridades y temen alguna represalia.
“Primero quise hacerlo público para que tengamos nosotros un respaldo físico tanto mi hijo como la familia, para que no atenten contra nosotros, cualquier atentado que lleguemos a tener yo hago responsable al gobernador y a la policía estatal que él dirige.
“El gobierno ha comentado que es una nueva policía pero de qué manera si vienen siendo los mismos latrocinios de siempre, atentan contra cualquier persona”, sentenció Mario Matías Alfonso.
Eder no se explica por qué si ha puesto en alto el nombre de Veracruz al representarlo en distintas disciplinas a nivel internacional, “le pagan de esta manera”. Se dice triste y decepcionado de su Estado.
INICIA LA SSP LA INVESTIGACIÓN
La Secretaría de Seguridad Pública inició una investigación de carácter interno por la supuesta agresión que recibió un joven, y cuya versión se conoció a través de los medios de comunicación.
La dependencia informó que no han recibido denuncia en contra de algún elemento policíaco, por lo que está a la espera de recibir formalmente la queja o la denuncia.
No obstante, se realizará una investigación interna sobre los señalamientos de familiares del joven.