Aunque ante diputados locales, Erick Lagos dijo que no se dejaba ver pero se dejaba sentir, al estilo dicharachero de su maestro y padrino político Fidel Herrera Beltrán, para los veracruzanos es un perfecto desconocido.
Jueves 23 de Enero del 2014.
Y eso puede querer decir que desde la comodidad de su oficina mueve a sus alfiles para que hagan el trabajo mientras él se acerca al fuego de las pasiones electoreras.
Ante diputados, por supuesto, dijo lo contrario: “El secretario de Gobierno no se debe de ver, se debe sentir, sentir respetando la ley, lejos del confort de una oficina y así es como hemos estado trabajando”, pontificó el treintañero.
Autonombrado jefe del gabinete estatal, al originario de Isla prácticamente se ha mantenido en un bajo perfil, si bien maniobra en lo oscurito para golpear a quienes son nombrados como los fuertes suspirantes a suceder a Javier Duarte de Ochoa.
Deja municipios en el limbo
Considerado como parte del proyecto transexenal afinado por el exgobernador Fidel Herrera Beltrán, Erick Lagos debe sentir que ya le toca, mientras en los municipios de Veracruz crece el caos y la ingobernabilidad.
Y mire que este joven y ambicioso político sabe de las ventajas que ofrece tener a los municipios bajo control. Desde que fue diputado local fue colocado por su jefe Fidel en comisiones legislativas que le permitieron manejar a discreción los apoyos presupuestales a los municipios y estar en condiciones de castigar a aquellos que no fueran afines al ánimo filibustero de su patrón.
En los procesos electorales locales fue él uno de los principales operadores del Tío Fide para entregar candidaturas tanto del PRI como de los partidos que han actuado como furgones de cola de la locomotora tricolor, a cambio de grandes beneficios personales, sin importarles si el carácter funesto de la selección de candidatos significaba derrotas para su partido. En la reciente elección municipal fue, de nueva cuenta, intermediario del hombre de Nopaltepec.
¿Por qué, entonces, si conoce de cerca los conflictos municipales en que su mano fue decisiva, no le entra a resolverlos y, con ello, le evita al Gobernador del Estado situaciones que pueden empeorar?
Municipios en el Limbo y sin Gobierno.
Aunque se señaló a principios del año que los 212 municipios veracruzanos habían tenido una sucesión de poderes tranquila y apegada a derecho, lo cierto es que el proceso no ha sido tan terso y los problemas de los alcaldes y alcaldesas que debían comenzar su gestión desde el primer minuto del 1 de enero pueden agravar la situación política y económica de sus demarcaciones.
Hay varios ediles que ni siquiera han tomado posesión de sus cargos porque les heredaron una situación realmente conflictiva; en algunos casos, son ellos los que están generando que esté a punto de prenderse la mecha.
Desde laudos laborales no pagados, que han generado irritación de despedidos y sindicalizados, y la falta de pago de algunas prestaciones, hasta inconformidad entre diversos actores políticos o, simplemente, la falta de cumplimiento de los alcaldes salientes para hacer conforme a derecho el proceso de entrega-recepción.
El palacio municipal de Los Reyes se encuentra tomado y el alcalde no ha logrado ingresar a su oficina para tomar posesión del inmueble y empezar a trabajar; tampoco ha podido dar posesión a los miembros de su comuna ni a los funcionarios que le acompañarán en la gestión.
Es el caso más grave, pero hay otros alcaldes que por diversos conflictos no han logrado instalar su cabildo, como San Andrés Tlalnehuayocan, Tonayán, el municipio de Misantla que conmemora 450 años de la fundación de su cabecera y que fue ganado por un alcalde del naciente partido estatal Alternativa Veracruzana; Chumatlán y Rafael Delgado,
Hay muchos más que no han logrado establecer sus haciendas municipales, por ignorancia, impericia o graves problemas financieros heredados, y hay otros en que los alcaldes prefieren no mover un centavo para evitar que las irregularidades recibidas les sean achacadas a ellos con el paso del tiempo.
Gracias a ello, los recursos derivados de la bursatilización no pueden ser transferidos y, por otra parte, la recaudación por concepto del impuesto predial se encuentra detenida. Ello ha derivado prácticamente en una paralización de este nivel de gobierno, responsable de apoyar con obras y servicios públicos a sus pobladores.
No hay quien se responsabilice
Nunca como ahora, el estado ha mostrado tanta debilidad en materia de operadores políticos.
Aunque el Congreso del Estado tiene incumbencia en el tema municipal, fundamentalmente en dar aval jurídico a muchos de los procesos que se llevan a cabo en ayuntamientos, como analizar y aprobar las propuestas de seguridad pública, elección de agentes municipales y los planes de arbitrio, entre otros, lo cierto es que el Ejecutivo estatal debe dirigir sus oficios políticos para que ningún núcleo poblacional quede marginado de la acción gubernamental por problemas en el seno de la autoridad local.
Entretenido en los temas políticos y en ver cómo hacer viables sus aspiraciones electorales, el secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, prácticamente ha seguido la máxima fisiócrata, dejar hacer, dejar pasar, con el inconfesable propósito de que los conflictos se resuelvan por sí mismos, lo que le dejaría una ganancia (no distraer su insano futurismo) y le evitaría una pérdida (el desgaste propio de intervenir en la solución de un conflicto que no deje a todos felices y contentos).
Mientras las baterías se enfocan en que esté todo listo para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, se ha dejado de llamar a cuentas a los funcionarios gubernamentales que no están cumpliendo con su deber legal.
A diferencia de gobiernos anteriores, hoy no se ve la mano de ningún secretario, subsecretario, director de área o jefe de departamento tratando de hacer confluir voluntades en aquellos municipios en que se han encendido los focos rojos.