Veracruz (México) 02 de octubre, 2011.-- Para tratar de minimizar los impactos de la creciente criminalidad, las autoridades mexicanas pretenden vincular todos los homicidios, particularmente los que tienen la huella del crimen organizado, con la lucha entre las bandas de narcotraficantes.
En sus intentos cometen excesos y apresuramientos que posteriormente se les revierten y crean todavía mayor desconfianza entre la ciudadanía.
El martes 20 de septiembre un grupo delictivo arrojó y abandonó 35 cadáveres en uno de los bulevares más transitados de Boca del Río, Veracruz, en la víspera de que en dicha entidad se celebrara la reunión de los presidentes de los Tribunales de Justicia y los procuradores generales de las 32 entidades federativas.
El procurador del estado de Veracruz, Reynaldo Escobar, se aprestó a declarar esa misma tarde: "Se ha logrado la identificación de algunos de los cuerpos y se ha confirmado, a través de Plataforma México, que todos ellos tenían antecedentes penales y se dedicaban a actividades vinculadas al crimen organizado, tales como el secuestro, la extorsión, el homicidio, el narcomenudeo, entre otros delitos".
Por su parte, el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez, declaró esa misma noche: "Creo que los datos que se tienen son suficientes para estimar que se trata de un tema entre bandas, entre grupos de la delincuencia organizada".
Y el gobernador Javier Duarte, prefirió esperarse al día siguiente y utilizar las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, el twitter, para difundir sus mensajes. Primero envió uno que señalaba: "Es aberrante e indignante, repudio lo q ocurrió ayer, sin embargo el mensaje es muy claro, en Veracruz no hay cabida para la delincuencia". Ante las reacciones que generó éste, tuvo que enviar uno, unos minutos después: "Es lamentable el asesinato de 35 personas, pero lo es más q esas mismas personas hayan escogido dedicarse a extorsionar, secuestrar y matar". Y todavía añadió: "Los 35 ultimados tienen antecedentes penales, se les relaciona con la delincuencia organizada y están en los registros de Plataforma México". Incluso posteriormente fue obligado a aclarar, ya en declaración personal, que se refería a que quien optaba por ingresar al crimen organizado terminaba muerto o en la cárcel.
Lo cierto es que no había elementos para asegurar que los 35 asesinados tenían vínculos con la delincuencia organizada, como posteriormente se fue aclarando. El miércoles, el mismo día que el gobernador emitía sus twitters, el procurador declaró que de los 18 cuerpos identificados, tres no tenían antecedentes penales y uno de ellos era un policía de Boca del Río, que había desaparecido unos días antes.
Después fue la madre de Alan Michelle, uno de los asesinados, quien reveló que su hijo había sido levantado por tres patrullas de la policía estatal, junto con su amigo Alejandro, el pasado 15 de septiembre, cuando caminaba por la calle Playa de los Cocos. Finalmente, encontró su cuerpo en el Servicio Médico Forense de Veracruz, donde fueron acumulados los 49 cadáveres, pues el jueves tiraron otros 14 cuerpos.
Pero el mayor desmentido lo dio el viernes 30 de septiembre el diario porteño Notiver al publicar que, con base en documentos oficiales, logró identificar a 28 de las 35 víctimas y que la mayoría no estaban involucrados con la delincuencia organizada ni tenían antecedentes penales. El diario da los nombres y las edades de 28 de los ejecutados, en su mayoría asfixiados, estrangulados, sofocados o golpeados y entre ellos se encuentran cinco menores de edad.
Hasta el momento de redactar esta colaboración, el mediodía del sábado, ninguna autoridad ha desmentido al diario porteño y la sola demora en salir al paso de dicha información es una muestra de que no cuentan con elementos sólidos para hacerlo, lo cual muestra la ligereza o perversidad de sus declaraciones iniciales.
Dichas declaraciones además dieron pie a que el autodenominado grupo "Matazetas", en un video divulgado en internet el sábado 24 de septiembre, se atribuyera la matanza y sentenciara a muerte a todos los zetas. Con su irrupción el grupo desvió la discusión hacia la existencia y consecuencias de la existencia de grupos paramilitares, cuyos funestos resultados ya han sido documentados ampliamente en Colombia y Brasil, entre otros países.
El senador petista Ricardo Monreal Ávila declaró en entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva: "Hay evidencias que es claro que grupos paramilitares, yo les llamo escuadrones de la muerte, actúan como grupos de limpieza, de exterminio y durante muchos años, los últimos cuatro, he insistido en que el Gobierno debería ser muy claro en su estrategia para combatir este tipo de grupos". Y agregó que él está desarrollando una investigación para "demostrar que se está tolerando a este tipo de grupos". Sin embargo, tampoco aportó datos concretos, hechos verificables o evidencias de su existencia.
La realidad es que la criminalidad impacta directamente a la población inocente, eso es innegable; y los intentos de desmentirlo se les revierten una y otra vez a las autoridades de todos los niveles generando más desconfianza entre la población y permitiendo a grupos delictivos, tan crueles y desalmados como los otros, tratar de venderse como los salvadores como estos presuntos "matazetas".
La perversidad de las autoridades estriba en que muchos de sus intentos sí prosperan y muchas víctimas inocentes terminan en fosas comunes, catalogados como integrantes de la delincuencia organizada. Y además logran vender la idea, a una parte de la población, de que efectivamente sólo se están matando entre ellos y que las víctimas inocentes son la excepción.
Articulo por:
Mundo Narco.
El martes 20 de septiembre un grupo delictivo arrojó y abandonó 35 cadáveres en uno de los bulevares más transitados de Boca del Río, Veracruz, en la víspera de que en dicha entidad se celebrara la reunión de los presidentes de los Tribunales de Justicia y los procuradores generales de las 32 entidades federativas.
El procurador del estado de Veracruz, Reynaldo Escobar, se aprestó a declarar esa misma tarde: "Se ha logrado la identificación de algunos de los cuerpos y se ha confirmado, a través de Plataforma México, que todos ellos tenían antecedentes penales y se dedicaban a actividades vinculadas al crimen organizado, tales como el secuestro, la extorsión, el homicidio, el narcomenudeo, entre otros delitos".
Por su parte, el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez, declaró esa misma noche: "Creo que los datos que se tienen son suficientes para estimar que se trata de un tema entre bandas, entre grupos de la delincuencia organizada".
Y el gobernador Javier Duarte, prefirió esperarse al día siguiente y utilizar las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, el twitter, para difundir sus mensajes. Primero envió uno que señalaba: "Es aberrante e indignante, repudio lo q ocurrió ayer, sin embargo el mensaje es muy claro, en Veracruz no hay cabida para la delincuencia". Ante las reacciones que generó éste, tuvo que enviar uno, unos minutos después: "Es lamentable el asesinato de 35 personas, pero lo es más q esas mismas personas hayan escogido dedicarse a extorsionar, secuestrar y matar". Y todavía añadió: "Los 35 ultimados tienen antecedentes penales, se les relaciona con la delincuencia organizada y están en los registros de Plataforma México". Incluso posteriormente fue obligado a aclarar, ya en declaración personal, que se refería a que quien optaba por ingresar al crimen organizado terminaba muerto o en la cárcel.
Lo cierto es que no había elementos para asegurar que los 35 asesinados tenían vínculos con la delincuencia organizada, como posteriormente se fue aclarando. El miércoles, el mismo día que el gobernador emitía sus twitters, el procurador declaró que de los 18 cuerpos identificados, tres no tenían antecedentes penales y uno de ellos era un policía de Boca del Río, que había desaparecido unos días antes.
Después fue la madre de Alan Michelle, uno de los asesinados, quien reveló que su hijo había sido levantado por tres patrullas de la policía estatal, junto con su amigo Alejandro, el pasado 15 de septiembre, cuando caminaba por la calle Playa de los Cocos. Finalmente, encontró su cuerpo en el Servicio Médico Forense de Veracruz, donde fueron acumulados los 49 cadáveres, pues el jueves tiraron otros 14 cuerpos.
Pero el mayor desmentido lo dio el viernes 30 de septiembre el diario porteño Notiver al publicar que, con base en documentos oficiales, logró identificar a 28 de las 35 víctimas y que la mayoría no estaban involucrados con la delincuencia organizada ni tenían antecedentes penales. El diario da los nombres y las edades de 28 de los ejecutados, en su mayoría asfixiados, estrangulados, sofocados o golpeados y entre ellos se encuentran cinco menores de edad.
Hasta el momento de redactar esta colaboración, el mediodía del sábado, ninguna autoridad ha desmentido al diario porteño y la sola demora en salir al paso de dicha información es una muestra de que no cuentan con elementos sólidos para hacerlo, lo cual muestra la ligereza o perversidad de sus declaraciones iniciales.
Dichas declaraciones además dieron pie a que el autodenominado grupo "Matazetas", en un video divulgado en internet el sábado 24 de septiembre, se atribuyera la matanza y sentenciara a muerte a todos los zetas. Con su irrupción el grupo desvió la discusión hacia la existencia y consecuencias de la existencia de grupos paramilitares, cuyos funestos resultados ya han sido documentados ampliamente en Colombia y Brasil, entre otros países.
El senador petista Ricardo Monreal Ávila declaró en entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva: "Hay evidencias que es claro que grupos paramilitares, yo les llamo escuadrones de la muerte, actúan como grupos de limpieza, de exterminio y durante muchos años, los últimos cuatro, he insistido en que el Gobierno debería ser muy claro en su estrategia para combatir este tipo de grupos". Y agregó que él está desarrollando una investigación para "demostrar que se está tolerando a este tipo de grupos". Sin embargo, tampoco aportó datos concretos, hechos verificables o evidencias de su existencia.
La realidad es que la criminalidad impacta directamente a la población inocente, eso es innegable; y los intentos de desmentirlo se les revierten una y otra vez a las autoridades de todos los niveles generando más desconfianza entre la población y permitiendo a grupos delictivos, tan crueles y desalmados como los otros, tratar de venderse como los salvadores como estos presuntos "matazetas".
La perversidad de las autoridades estriba en que muchos de sus intentos sí prosperan y muchas víctimas inocentes terminan en fosas comunes, catalogados como integrantes de la delincuencia organizada. Y además logran vender la idea, a una parte de la población, de que efectivamente sólo se están matando entre ellos y que las víctimas inocentes son la excepción.
Articulo por:
Mundo Narco.