2/9/11

Ruega la mamá de Twittero a JAVIDU, "mi hijo se equivoco","pero no es malo", PERDONELO.

"Mi hijo no es terrorista"


“Lo único que le pido al gobernador (Javier Duarte) es que no sea injusto, mi hijo no es terrorista”, asegura la señora Anita Vera Marcelis, madre de Gilberto Martínez Vera.

 El tuitero veracruzano que el pasado viernes 26 de agosto fuera detenido por la Procuraduría General de Justicia en Veracruz (PGJV), por la presunta comisión de los delitos de sabotaje y terrorismo.

“Le pido al gobernador que se ponga la mano en elcorazón como padre. Que si (mi hijo) se equivocó que lo perdonen, pero no es malo”, reitera la afligida madre de 71 años, entrevistada telefónicamente por Animal Político, quien explica que Gilberto es una persona “muy tranquila” que sería incapaz de hacerle un mal a alguien.


De 48 años de edad y con una carrera trunca de Ingeniero Civil por la Universidad Veracruzana, donde cursó hasta el sexto semestre, doña Anita comenta que hasta antes de la detención su hijo trabajaba como maestro de física y matemáticas en Boca del Río, Veracruz, donde se dedicaba a regularizar a jóvenes con problemas de rendimiento escolar en las materias antes señaladas.

“No es una persona que se junte con gente mal habida. Además, no fuma y no toma”, comenta la entrevistada, quien se dice consternada por las acusaciones hechas contra el mayor de sus dos hijos.

Del estado físico y emocional en el que se encuentra Gilberto, Anita explica que a cinco días de su detención no ha tenido oportunidad de verlo, pues fue hasta este miércoles que se enteró que se encontraba recluido en el penal de Pacho Viejo.

“En las noticias decían que los habían trasladado a un penal cercano al puerto, así que nos dirigimos allá (este miércoles), pero ya cuando estábamos ahí nos dijeron que mi hijo estaba en Pacho Viejo, así que espero poder verlo este jueves”.

Aun cuando reconoce que no ha visto a su hijo, informa que de acuerdo con las versiones del abogado, quien a su vez representa a la periodista María de Jesús Bravo Pagola, acusada de los mismos delitos que el maestro de matemáticas, a Gilberto lo presionaron para firmar una declaración ministerial que nunca hizo, además de martirizarlo psicológicamente.

“No quiero sonar como un disco rayado pero le pido al gobernador que por favor tenga compasión de una madre afligida. Que se ponga la mano en el corazón y deje a mi hijo en libertad”, reitera con la voz quebrada por las lágrimas doña Anita.