Alumnos de secundaria reproducen actos de violencia
21.08.2011
Veracruz,
Adolescentes ignoran sus Derechos y confunden la Igualdad de género con Drogarse o alcoholizarse
Jóvenes que violentan a la mamá porque ven que lo hace el padre, madres solteras adolescentes, niños son educados por la televisión, de adultos quieren ser luchadores, y chicas que confunden la igualdad de género con pronunciar palabras soeces, drogarse y alcoholizarse, es lo que actualmente enfrentarían los estudiantes de secundaria y bachillerato en Xalapa.
Y es que de acuerdo con la tesis elaborada por las pedagogas Wendy Castillo, Karla Delfín y Verónica Farfán, el concepto de género es prácticamente nulo entre los 602 estudiantes de 12 a 15 años de este plantel, lo cual si por sí solo no habla más que de una ignorancia de sus derechos, esta falta de conocimiento se convierte en un problema cuando deriva en violencia y se suma a las condiciones de exclusión en que se ubica esta escuela de la colonia Revolución.
Alumnos maltratan a su madre por imitar al padre
Autora junto con Karla Delfín y Verónica Farfán de la tesis “Diagnóstico sobre perspectiva de género en los estudiantes de la Escuela Secundaria Técnica Número 72”, Wendy Castillo señala que la Secundaria Técnica 72 está permeada por un contexto de delincuencia, vandalismo y violencia.
Más allá de que el 30 por ciento de los estudiantes no sabe qué es perspectiva de género y otros incluso creen que es el sexo entre hombre y mujer, el problema, dice, es que el 57 por ciento de los alumnos de esta secundaria aceptan que reproducen actos de maltrato hacia la madre cuando son testigos de que el padre lo hace.
Otro tres por ciento dice que no reproduce estas prácticas aunque las vea en el hogar, y 40 por ciento afirma no saber, de acuerdo con las conclusiones del citado diagnóstico.
Otra cuestión que preocupa, menciona Wendy Castillo, es que en esta edad que es cuando se forma la personalidad, las relaciones sociales entre hombres y mujeres se caracterizan por la violencia, ya que los adolescentes se golpean como juego, usan vocabulario soez, se faltan al respeto o por ejemplo le alzan la falda a las niñas como parte de la búsqueda de su sexualidad.
Además de esto, durante la elaboración de la tesis, comenta, se detectaron otras situaciones de violencia, como el que se molesta a las jóvenes y a los jóvenes que tienen actitudes “diferentes”, sin que estén conscientes de las conductas violentas en que incurren.
Por su parte, Verónica Farfán señala que a pesar de que la Ley General de Educación establece que se debe educar a los jóvenes con perspectiva de género, dicho mandato sólo se cumple como requisito dentro de un texto, lo que no es suficiente ante la preocupante realidad.
Descomposición social, de la violencia a los embarazos no deseados
En este contexto, la directora del Instituto Municipal de las Mujeres de Xalapa, Guadalupe Rebolledo Guillaumín, expone que la falta de cumplimiento a la legislación por parte de las autoridades educativas y la pobre cultura de los estudiantes en cuanto al tema de género, deriva en una “descomposición social “.
En las relaciones entre los jóvenes de secundaria, menciona, se enaltece la violencia y el uso del poder, y dejan de lado las actitudes solidarias entre los compañeros, cuando de acuerdo con el Instituto Veracruzano de las Mujeres, en el 75 por ciento de los noviazgos hay violencia hacia la mujer, sobre todo en el rango de 14 a 17 años.
“La violencia hacia las mujeres galopa, la violencia se valida por la cultura, entendida ésta por las canciones, temas de novelas, videojuegos y todo el entorno que justifica, valida y nos echa porras para tener relaciones de violencia”.
Por eso, para Guadalupe Rebolledo es urgente hacer un trabajo serio para asumir la responsabilidad de orientación a las nuevas generaciones, en tanto que, dice, los adolescentes que en este momento van a preparatoria o secundaria pelean sus derechos e igualdad, repitiendo los mismos patrones de violencia que los afectan.
“La equidad las niñas la buscan hablando igual, con malas palabras, tratándose a trancazos; pelean la igualdad tranqueándose entre ellas, filmándose, bebiendo, probando drogas, y todo esto se concreta en relaciones muy preocupantes”.
De hecho, comenta, hay un alto índice embarazos entre adolescentes, pues de acuerdo con los datos que arroja la Oficialía del Registro Civil de Xalapa, el 17 por ciento de los niños que han sido registrados en los últimos diez años, tienen como madre a una adolescente o por lo menos a una mujer menor de 18 años, cuando al año se reportan más de 11 mil nacimientos en Xalapa.
Aunado a esto, refiere, se tiene que sobre este 17 por ciento, hay un 20 por ciento de mujeres jóvenes que registra a sus hijos solas porque “ya no tienen pareja, su hijito lleva sólo sus apellidos porque no hubo quien las acompañara en el proceso de ser mamá, estamos hablando de chavitas, de niñas que crían niños solas”.
Y a esto, dice, se les suma la discriminación que enfrentan en las escuelas, “el coraje de la familia que no siempre apoya y si apoya dice te apoyo pero te califico, pero te señalo, pero cada que puedo te recuerdo tu culpa”.
El panorama, insiste, es preocupante, porque además se tiene la estadística que cerca del 35 por ciento de los hogares xalapeños están encabezados por mujeres, a quienes se les exige que se hagan cargo de la educación y formación de sus hijos, cuando tienen una doble o triple jornada de trabajo.
La realidad, dice Guadalupe Rebolledo, es que a los niños de las madres adolescentes, y los hijos de madres cabeza de familia los está educando la televisión.
De ahí que cuando Wendy Castillo, Karla Delfín y Verónica Farfán cuestionaron a los estudiantes de la Secundaria Técnica Número 72 sobre qué querían ser de grandes, la mayoría, dice Wendy Castillo, respondió que querían ser algún luchador de la WWE, o la señorita Laura (Laura Bozzo) para ayudar a la gente.
Lo peor, afirma, es que los estudiantes lo dicen en serio, “creen que Laura Bozzo ayuda a la gente o que ser un luchador es lo máximo”.
Las mejores respuestas a la pregunta qué quieres ser de grande, refiere, fue la de quienes mencionaron que querían ser un atleta o futbolista destacado.