En la familia Ramírez Valdivieso, a Nayeli le tocaba hacer el desayuno con ayuda de su hijo mayor, mientras su esposo Ilian y su menor hijo limpiaban el patio. Era un trabajo en conjunto que denotaba la unión de una familia porteña que en unos minutos fue destruida…
Faltaba poco para las diez de la mañana del 10 de mayo, y justo afuera de la casa marcada con el número 76 de la calle Paipai de la colonia FOVISSSTE, segunda etapa, estaba Ilián Antonio Ramírez Culebro de 27 años con su pequeño hijo de tan sólo ocho años, que entre juegos se disponían a limpiar su patio.
Ahí, ante el intenso calor que se sentía, llegó un auto particular tipo Jetta, color arena, del que descendieron cuatro sujetos encapuchados y con uniformes que los identificaban como parte de la Policía Federal, al menos así lo refiere el testimonio de su esposa Ligia Nayeli Valdivieso Estudillo de 29 años.
Ella narró con lágrimas en los ojos que escuchó un disparo y salió rápido de la cocina, pero nada pudo hacer para que no se llevaran a su pareja sentimental, en cambio, su hijo estaba pasmado, lloraba y gritaba que le habían disparado a su papá.
Nayeli menciona que su hijo estaba en estado shock, no podía calmarlo y no comprendía en ese momento la magnitud de lo que había sucedido en cuestión de segundos. El pequeño contó que uno de los presuntos policías le dio un disparo a su papá y comenzó a llorar, pero en vez de recibir consuelo le pusieron un arma y lo encañonaron, por lo que Ilián gritó para que no le hicieran daño.
Mal herido lo subieron al auto particular, del que dicen sus vecinos presentaba placas del Estado de México, y escoltado por dos patrullas de la Policía Estatal, emprendieron un viaje que para Ilian Antonio no tenía retorno.
DOS MANIFESTACIONES SIN RESPUESTA
Ese mismo sábado comenzaron su búsqueda, fueron a las instalaciones de la Coordinación de la Policía Naval que se encuentran en la colonia Palma Sola y se manifestaron pidiendo una respuesta, saber dónde estaba Ilián y sí es que estaba detenido, desean saber el motivo, pero nadie les pudo dar informes de su paradero.
Así regresaron a sus hogares esperando una llamada o algo que pudiera darles un respiro de alivio, pero en vez de eso el insomnio los invadió. Para la mañana del domingo 11 de mayo, tomaron pancartas, reunieron a amigos y familiares, tomaron taxis y se dirigieron a las oficinas de la Policía Federal, ubicadas en la carretera Costera del Golfo a la altura del Distribuidor Vial, para pedir informes de Ilián, pero otra vez la respuesta que esperaban nunca llegó, uno de los que estaban allí les dijo tajantemente que nada tenían que ver y en un desesperado momento, bloquearon el acceso a los vehículos para exigir saber dónde estaba Ilian.
“ÉL NO ERA MALO”
Entre los manifestantes estaba su madre, Ana Bella Culebro Ramón de 55 años, que triste e impotente lanzó gritos desesperados en los que pedía que si lo tenían se lo entregaran vivo, “ellos dicen que no los tienen, pero no nos dicen nada… yo quiero que me den la cara y que me entreguen a mi hijo vivo…”.
Fueron más de dos horas de bloqueo en los que nadie pudo contestarle ni a su madre ni a su esposa, aun así no desistieron e interpusieron la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público correspondiente por la desaparición y secuestro de Ilian, quien presuntamente sólo se dedicaba a la venta de perfumes y bolsas.
LO ENCUENTRAN MUERTO
Ese mismo día, como a las 17 horas, Nayeli recibió una llamada que le destrozó el corazón, le informaban que su esposo estaba muerto y había sido encontrado con tres impactos de bala en el municipio de Jáltipan, nuevamente Nayeli se sumió en la desesperación y entró en crisis, confiesa que no soportó la noticia y fue su cuñada Marisol Ramírez Culebro quien fue a identificarlo.
Los informes indicaron que el cuerpo fue encontrado en la autopista Cosoleacaque-Acayucan, en el kilómetro 20+600, justo sobre el camino viejo que va de Jáltipan a Texistepec, estaba debajo del puente conocido como ‘Apepecho’ en posición boca arriba, tenía tres impactos de bala, dos en la cabeza y otro en la tetilla derecha, extrañamente no presentaba rastros de sangre y por la temperatura corporal se infirió que ya tenía horas de haber fallecido.
Fue el agente del Ministerio Público de Cosoleacaque, Ludwing Francisco Cruz Marcial, personal de Servicios Periciales, elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) los que acudieron a la escena, extrañamente también llegó la Policía Federal Preventiva (PFP), de la división de caminos de Acayucan, quienes aparentemente fueron los primeros en arribar, luego de que llegaran elementos de Seguridad Pública del Estado.
TENÍA ANTECEDENTES
Ese mismo día se logró saber que el comerciante de 27 años había sido detenido el 29 de julio de 2011, el reporte que se tiene es que elementos del Ejército Mexicano montaron un operativo y fue de esta manera que se detuvo al ahora finado, le conocían con los apodos de “El Chocolate” y/o “El Chacal”.
En su momento se le aseguraron 800 dosis de cocaína en polvo, 100 dosis de cocaína en piedra, mariguana, una pistola calibre 45, unas 400 porciones de mariguana, siete cartuchos útiles y dos vehículos con reporte de robo y aunque se le aprendió, pudo salir de la cárcel.
PIDEN JUSTICIA
Este lunes y tras haberles sido entregado el cuerpo de Ilián, nuevamente salieron en busca de respuestas, Nayeli no estaba tranquila y con apoyo de amigos acudió a las oficinas de Subprocuraduría Regional de Justicia, situada en la colonia Petrolera y con pancartas y gritos pidieron una reunión con el titular, Ricardo Carrillo Almeida, pero ni siquiera fueron recibidos.
Al contrario, amenazaron con enviar elementos del Mando Único si no se retiraban y allí Nayeli gritó: “Con mis propios ojos yo vi que los federales se llevaron a mi esposo” y al no haber respuesta decidieron volver a cerrar el paso en la carretera Costero del Golfo, exigiendo justicia.
Tras el hecho Nayeli pidió protección, pues teme por la vida de sus dos hijos y la suya, sabe que está tocando un tema delicado, pero aseguró que aquí no va a parar hasta que encuentren a los culpables de la muerte de su esposo, con dolor asumió que este ha sido el peor fin de semana de su vida, pero la lucha por justicia no va parar, pues la manera en la que le arrebataron a su marido no tiene justificación.
Lo más raro de su muerte es que los hechos se dan en un ambiente de tensión en la región sur de Veracruz, pues el viernes pasado un elemento de la Policía Federal fue baleado en las inmediaciones del puente Coatzacoalcos II, lo que hace pensar que ambos casos pudieran tener relación alguna, lo cual es obligación de las autoridades esclarecer o al menos lanzar un posicionamiento que hasta ahora no ha sido pronunciado.