Omiso, escurridizo y falto de compromiso social, es la imagen que el ejecutivo estatal, Javier Duarte de Ochoa mantiene ante la sociedad veracruzana por su pasiva actitud ante la violencia existente en el estado. Los hallazgos de las “narcofosas” ubicadas en El Diamante del ejido de Napaltepec del municipio de Cosamaloapan evidencian la situación real en la que se encuentra el territorio veracruzano.
Columna Fuera de Foco
Por Silvia Núñez Hernández
La cifra oficial -31 cadáveres- se contrapone con la versión que circula en diversos medios de comunicación del estado, quienes advierten sobre 40 muertos, todos ellos con signos de tortura, procedimiento característico de parte de la delincuencia organizada y el narcotráfico.
La situación es más que alarmante para los veracruzanos, luego de la ola de violencia imperante en el estado y que pese a la negación gubernamental, la realidad hace evidente las altas cifras de actos delictivos. Se dice que muchas familias de desaparecidos han arribado al Instituto del Servicio Forense de Cosamaloapan para intentar saber si dentro de los cadáveres se encuentra su ser querido. Se alude que existen ya ocho personas identificadas, pero nunca se detalla ni se refiere a la identidad de manera oficial.
El hallazgo de los elementos de la Secretaría de Marina en dicho rancho propiedad del hoy finado, ex alcalde de Tres Valles, Fernando Cano Cano –que dejo de herencia a una mujer de nombre Laura Cano Rojas- se puede considerar un termómetro sobre la crudeza y realidad en qué se encuentra México.
Aludiré sobre un reporte por su importancia y que dio a conocer el Instituto de Economía y Paz, organización no gubernamental y apartidista (IEP) la cual mide la situación de paz en el mundo, a través de sus estudios realizados de forma internacional, advirtió que México ocupa la posición 138 de 162 países, en el cual tiene tres posiciones con respecto 2013 y 50 puestos en el 2008, cuando figuró en el lugar número 88 de la lista global. Irlanda figura como el país más pacífico, seguido por Dinamarca y Austria, siendo la menos pasiva Siria.
También dicha organización aludió sobre su estudio a México, dijo que el impacto de la violencia en la economía mexicana en el 2013 es de 172 millones de dólares equivalente al 9.4 por ciento del Producto Interno Bruto. El centro de investigación con oficinas en el Reino Unido, Australia y Estados Unidos advierten que la paz en la República Mexicana se encuentra en crisis por la ausencia de una efectiva respuesta en contra de la delincuencia organizada, así como por la erosión en la desconfianza en la policía y las instituciones de justicia –un fenómeno que se entrelaza con los grupos de autodefensa-.
El reporte dice “México sigue en una enredada guerra contra las drogas y cayó aún en la lista global de la Paz (…) Ante la ausencia un tanto significativa de la lucha contra la droga, el nuevo gobierno tendrá dificultades para medir y reducir el nivel de criminalidad en corto plazo (…) Existe una debilidad institucional, es decir, de las instituciones encargadas de reducir e implementar la estrategia gubernamental contra la delincuencia, igualmente viene agrediendo para la paz interna el uso de las Fuerzas Armadas en tareas de responsabilidad civil como resultado de la falta de credibilidad por parte de las fuerzas policíacas, las cuales se le ha vinculado con la corrupción”.
Ridículamente amable lector, pese a la situación real que existe en México derivado del índice de violencia, la cual es cobijada por la corrupción imperante en el gobierno, oímos las desafortunadas declaraciones de parte del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien se atreve a decir que su gobierno ha logrado una disminución del 24 por ciento a nivel nacional de los homicidios dolosos en el primer cuatrimestre de este 2014 con relación al mismo periodo del 2012.
El estado de Veracruz, indudablemente se encuentra enmarcado en la misma ola de violencia. Siguiendo la misma estrategia del ejecutivo federal, el gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa se muestra demasiado positivo a resultados que al parecer sólo se están fomentando en su cabeza, pues la realidad, contrasta con el número de personas desaparecidas, con los asaltos en comercios, con los extorsiones telefónicas a los ciudadanos, con los secuestros, con las fosas clandestinas, con los muertos arrojados a la vía pública, demostrando la incapacidad de parte de la Secretaría de Seguridad Pública –la cual tiene como obligación salvaguardar la paz en Veracruz- y la ineptitud de la Procuraduría General de Justicia en el estado, la cual no ha resuelto en toda la administración del hoy ejecutivo estatal, un solo caso.
En el tema, el diputado local del Partido Nueva Alianza (PANAL), por el distrito de Cosamaloapan, Juan René Chiunti Hernández señaló que la Procuraduría General de la República (PGR) detuvo a dos personas por el caso de las fosas clandestinas halladas en el municipio de Tres Valles al sur de la entidad. Pero en su declaración, no advierte sobre los nombres de los supuestos detenidos. Su sesgada y muy condicionada declaración, deja más que bien sentado que busca defender lo “indenfendible” y sólo despierta una ola de críticas al intentar minimizar el desastroso resultado del gobierno actual.
Ahora amable lector, tendríamos que preguntarnos la triste y espeluznante idea ¿En qué otros municipios considerados como focos rojos de la delincuencia, existan más fosas clandestinas con un gran número de personas enterradas con signo de tortura?.
El panorama desalienta y sobre todo, pone en evidencia que la seguridad en el estado se encuentra no caliente, sino hirviendo. El problema de la inseguridad es la incapacidad y complacencia del actual gobierno.
Con los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014 en puerta, con qué capacidad el gobierno de Javier Duarte de Ochoa va garantizarles a los deportistas y turistas extranjeros que vendrán a disfrutar de dicha afronta deportiva. No la tiene, por lo tanto no dudamos que existan problemas graves en su desarrollo, pues el hampa no se desaprovechará la oportunidad de ahora secuestrar a quienes visiten a la entidad y puedan obtener jugosas extorsiones y en dólares.
Huye Duarte de la prensa, se niega hablar sobre la masacre de Cosamaloapan
Una, dos, tres, y hasta diez veces, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa se negó hablar sobre el macabro hallazgo en las fosas de Tres Valles, en las que se exhumaron 31 cadáveres, aunque extraoficialmente son más.Acompañado de la titular de la SEDESOL, Rosario Robles, Duarte de Ochoa emprendió la graciosa huida a la capital del estado, después de que un grupo de periodistas le increpó por la noticia que le ha dado la vuelta al mundo y que ha descubierto que en Veracruz las masacres masivas sí existen.
“No voy a emitir comentario, no diré nada del tema“, le dijo a la primer reportera que intentó fijara su posición sobre la masacre más grande que hasta ahora conozca la historia de Veracruz.
Al finalizar la entrega de más de 2 mil pólizas de seguro, por parte de la SEDESOL del gobierno federal, a madres solteras en el sur del estado, Duarte y Rosario Robles anunciaron una rueda de prensa.
Mientras Rosario Robles hablaba de acabar con la pobreza en el estado que ocupa el cuarto lugar nacional del problema, Duarte de Ochoa, así como sus esbirros del departamento de Comunicación Social, se esmeraban en evitar que los reporteros se le aproximaran para preguntarle del tema que más importaba, la masacre en Cosamalopan.
Nervioso y molesto, Duarte sonreía mientras Rosario Robles, junto a Marcelo Montiel, hablaban sobre la lucha contra la pobreza.
Tan pronto finalizó la rueda de prensa, sus guaruras y la gente de prensa al mando de Alberto Silva que ordenaba vía telefónica, le rodearon para evitar que los reporteros se aproximaran.
Como pudieron, algunos reporteros y camarógrafos, lograron que se detuviera casi al subir a su camioneta, ¿señor gobernador- hable de los temas que le interesan a Veracruz?. -Le preguntaron.
-Molesto, lanzó una sonrisa nerviosa-.
“¿Señor gobernador?”, qué opina de la gobernatura de dos años, saltó la pregunta cómoda, por otro lado, primero, para que decidiera hablar.
El rostro de quienes esperaban espacio para cuestionar lo obvio, se retorció.
El mandatario no despreció el comodín y se fue con una perorata sobre los principios políticos y la postura de su administración en torno a esa propuesta.
¿Y qué opina de la masacre en Tres Valles, no que en Veracrz, no pasa nada?. Cuando le preguntaron de nuevo sobre el hecho, indicó en tono burlón, “de ese tema no hablaré”.
Alguien le preguntó a gritos si eran “migrantes” los ejecutados, dijo, “de ese tema no hablare”, otro agregó, ¿los asesinados, son levantados por la delincuencia en el estado?, “de ese tema no hablaré, el gobierno ya dio su postura. Muchas gracias”. Y dió por concluida la entrevista.
Lanzó una sonrisa burlona y se escabulló, en tanto sus guaruras y los de prensa, se abrieron paso a codazos a reporteros, camarógrafos y fotógrafos para que permitieran la rápida salida del vehículo que lo llevaría al helicóptero que le esperaba con los motores encendidos.