Definitivamente, agredir a la prensa en Veracruz es una
política de Estado que ejerce el gobernador Javier
Duarte de Ochoa.
Seguramente dentro de los
programas que tiene instituidos para gobernar a la
Entidad, la represión a los representantes de los
medios de comunicación es una de las líneas más
importantes de su administración.
Por JAIME RÍOS OTERO
Lunes 07 de Octubre del 2013.
Y como dicen que, “cuando la perra es brava hasta los de casa muerde”, reporteros de medios fieles a su persona también han sufrido los embates de la policía.
Leemos en nota de Ángeles González que precisamente el día del manso Francisco, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado arremetieron contra el reportero de Oliva Noticias, Alfonso Parra Campos, porque los ofendió e hizo enfurecer que el colega les pitara desde su motocicleta para advertirles que podían pegarle a su moto con la patrulla identificada como la SP 1730.
Según testigos que se comunicaron con el portal alcalorpolitico.com, al llegar el joven a la lateral para incorporarse a la avenida Miguel Alemán, a bordo de la motocicleta propiedad del grupo radiofónico, la patrulla se le cerró y él pitó para demandar su atención porque podían golpearlo.
Pues sí lo golpearon, pero no accidentalmente, sino con dolo y con todas las agravantes que pudieran existir en el caso de un cuerpo policiaco entrenado, preparado para la agresión y fuertemente armado.
Primero le cedieron el paso y más adelante lo interceptaron, lo bajaron a punta de golpes, le quitaron el casco y continuaron azotándolo a patadas y puñetazos.
Cuando se cansaron de castigarlo, le arrojaron las llaves de la moto, de las cuales lo habían despojado, al arroyo vehicular, con toda la mala intención de humillarlo, pero además para exponerlo al peligro de que algún vehículo lo rematara.
Supuestamente la empresa presentaría denuncia contra los responsables.
Nada se ha sabido hasta el momento.
Tampoco la flamante Comisión para la Protección de los Periodistas ha dicho esta boca es mía, y parece que sólo el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos hizo alguna declaración sin mayor trascendencia.
Bueno, finalmente don Fernando Perera Escamilla es el único que ha dado la cara en algunas ocasiones en que la prensa sufre atropellos, pero es poco lo que puede hacer cuando se trata de una política implementada desde arriba.
No es concebible que sean tantos los atropellos a los representantes de los medios de comunicación, abiertos, descarados e impunes y el señor gobernador de Veracruz no esté enterado.
Sin duda él los solapa y seguramente los alienta.